viernes, 4 de noviembre de 2011

Solo un comunista...



“El encargado de la Comisión de Programa del Partido Comunista, Jorge Castro, dijo a El País que su sector entiende que "muchas veces las situaciones dentro de las misiones están fuera de control". Según explicó, en eso influye la formación que reciben los militares durante su carrera.
"El Liceo Militar no debería existir. No tiene sentido, es como si existiera un liceo para la formación de metalúrgicos. Si del liceo común puede salir un arquitecto o un abogado, no entendemos por qué del liceo común no puede salir un brillante militar", añadió Castro
En ese sentido, argumentó que "lo que debe desaparecer es una formación que no le hace bien al espíritu democrático del país y sobre todo al proyecto del país integrador".”
Bueno, lo difícil en este momento, es hacer o intentar hacer un comentario a estas palabras, evitando que la indignación aflore y le salga a uno algún improperio.
Sería bueno, de todas formas, conocer el currículum de este Señor Castro, para poder evaluar la capacidad para emitir comentarios sobre educación.
Para empezar, son muy pocas, contadas con los dedos de una mano, las situaciones “se han salido de control” en las misiones de paz.
Y si así fuera, son muchas, pero muchísimas más, las situaciones en las que nuestros soldados se han jugado la vida y varias, las situaciones en las que la han dejado.
Como por ejemplo, aquel sargento, que arriesgó si vida en fuego cruzado para salvar a una mujer y su hijito atrapados en la “situación”, que terminó siendo condecorado por el Ejército y por ONU.
Y vaya si para eso influye la formación recibida, tanto de oficiales como de personal subalterno.
Que eso se opaque porque algún oportunista quiere su minuto en la prensa, es francamente repugnante.
Es verdad que del liceo común han salido brillantes militares, tanto como que no todos los estudiantes del liceo militar siguen la carrera militar.
Mas bien es un número bastante bajo el que así opta para su vida. Lo que es una gran verdad, es que es muy difícil encontrar a algún ex alumno que se queje o se manifieste arrepentido de haber asistido al Liceo Militar.
Todos guardan un excelente recuerdo y reconocimiento por la gran influencia que ha significado para el resto de su vida, sea cual sea el camino tomado, especialmente aquellos que no siguieron la vida militar.
Pero lo indignante y difícil de tragar, es que un comunista, nada menos, un cómplice complaciente del mayor genocidio humano que haya conocida la historia, pontifique sobre “espíritu democrático”, cuando está en sus genes y en la base misma de su partido, la lucha contra la democracia y su destrucción.
Los comunistas son los actuales responsables, a través de los sindicatos, del estado paupérrimo en que se encuentra la educación en el Uruguay.
El Liceo Militar es la única parte de la educación pública que no da vergüenza, mas bien, todo lo contrario.
Será acaso porque no está manejada por sindicalistas comunistas corruptos, solo interesados en lavar cerebros y crear autómatas.
Esta “propuesta” solo es entendible en el afán de que la sociedad evite las comparaciones, entre los estudiantes del Liceo Militar y los miles y miles de la educación “común” y pública.
No hace falta ver sus calificaciones, basta con ver el aspecto de limpieza, seriedad, ubicación para poder medir las diferencias.
No hay que ir lejos, en cualquier ómnibus están a la vista.
No se van a ver tirados en la puerta, tomando mate o cerveza, con la ropa rota o sucia, desprolijos, llenos de pircing o tatuajes.
Si es esa es la comparación que quiere evitar el señor Castro, lo comprendo.
Lo que no se puede comprender es que se meta a hablar de “espíritu democrático”.
Solo un comunista, puede ser tan hipócrita y cínico!
Ciertamente, a la hora de evaluar el cierre de cosas en el Uruguay, lo que habría que cerrar y definitivamente, son los partidos políticos que no tienen base filosófica y arraigo democrático.
Lonjazo.

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